¿Conocéis esa voz que cuando quieres salir a entrenar o cuando te propones hacer abdominales o estirar te dice cosas como “mejor descansa para el entrenamiento de mañana” o “hoy has trabajado mucho, no hay que machacarse todos los días” cuando lo que tú realmente, en lo más profundo de tu ser, quieres es entrenar duro? Esa voz es tu saboteador.
Todos tenemos esos saboteadores que no nos lo ponen fácil a hacer aquellas cosas que, a priori parece trivial. ¿Qué dificultad tiene llegar a casa, ponerse la ropa de correr y las zapatillas y salir por la puerta? Son cuatro sencillos pasos que apenas nos llevan 3 minutos. Si encuentras eso difícil, el que responde no eres tú, es tu saboteador. ¿Qué hacemos con los saboteadores?
Lo primero que se puede pensar es: los ignoramos y tiramos palante. Lo curioso de estas voces es que están ahí porque o bien tienen un beneficio para nosotros o lo tuvieron en el pasado. Quizá lo que esa voz nos está queriendo decir es que necesitamos buscar tiempo para estar con los nuestros o que estamos dedicando demasiada energía al trabajo. Su forma de comunicártelo es a través de la pereza, pero no significa que debas dejar de hacer aquello que te apasiona.
A continuación detallo algunos puntos para poder sabotear a tus saboteadores y alcanzar esa motivación que a veces se esconde muy profundamente:
- No eres tus saboteadores. Al igual que el diablo y el angelito que a veces nos surgen al tomar una decisión, los saboteadores no somos nosotros, sólo son una parte de nosotros, por lo que no debemos identificarnos con ellos.
- Conócelos. Estudia de qué manera actúan, cuándo, dónde, qué tretas utilizan para dejarte tirado en el sofá. Una buena forma de conocerlos es tomar conciencia en el momento exacto, examinarte cuando ya te han raptado y observarlo como si fuera un personaje que está actuando por ti.
- Busca el beneficio emocional que aportan. En el momento de estar experimentando la pereza, la apatía y la desmotivación pregúntate ¿qué beneficio profundo obtengo con ese comportamiento? Si hay un beneficio intenta suplirlo de otra manera y si no lo hay descártalo de forma consciente. Si no lo haces siempre puedes seguir dormido y morir oscuro.
- Impide que te rapten. Una vez que has aprendido cómo funcionan, puedes ponérselo difícil para que te hagan actuar en contra de tus deseos. Si sabes que cuando llegas a casa y te sientas en el sofá te entra la pereza, no te sientes en el sofá. Si has detectado que si no vas directamente al gimnasio si pasas por casa, llévate todo lo necesario para no tener que ir a casa. ¡No se lo pongas fácil!
Que no te engañe al leer esto. Es posible que al leer estas líneas estés pensado “¡bah! Es que no es tan fácil, tú no lo entiendes”. Si es así plantéate si estás siendo saboteado y vuelve al punto 1.
Y ahora, ¿de qué manera se manifiestan tus saboteadores? ¿Qué estrategias utilizan para que no cumplas tus sueños? ¿Qué beneficio profundo te están aportando? ¿Cómo se lo vas a poner difícil?
Coach Co-Activo Profesional Certificado
Experto en Inteligencia Emocional