¡Ay! Dichosa la preguntita tan frecuente al cruzar la línea de meta. ¿Qué tendrán los números? El yo más que tú, el yo más que yo mismo, el puesto en la clasificación general, el puesto en tu categoría… La famosa marquitis de la que todos hemos oído hablar alguna vez, o bien la hemos sentido en nuestras propias carnes.
No voy a ir de falso modesto, aquí y ahora entono el «yo pecador»; he sufrido este mal: – Hola, soy Miguel Ángel y he estado enganchado a la marquitis. Ya está, uf, lo he dicho. ¡Qué alivio, por Dios!
Pero ahora estoy mucho mejor. De verdad. Hace 6 meses empecé mi programa de desintoxicación: el programa @drinkingrunners . ¿Que no lo conocéis? Pues es fácil: correr y reír, reír y reír. Así, en esa proporción: 3 a 1.
Desde entonces cuando en meta me cruzo con algún conocido aún afectado de marquitis que me hace la pregunta de marras, la respuesta la tengo clara: “ Hoy he hecho 4, 3, 2 y 10″.
¿Qué? ¿Cómo? ¿What? Desconcierto total en sus caras. Pero ¿a qué te refieres? minutos por kilómetro, millas por hora, horas totales…
Pues no, nada de eso. Es muy fácil, te lo explico.
4: son los litros de sudor que ha producido mi cuerpo, eliminando toxinas y limpiando mi piel y organismo. Además igual no lo sabes pero la transpiración alivia el dolor, ya que el calor corporal mejora la producción de endorfinas; el calentamiento irriga las articulaciones rígidas y así se eliminan las molestias.
3: son las pulsaciones al minuto que he rebajado con respecto al mismo esfuerzo la vez anterior. Mi corazón cada vez está más sano y grande o, al menos, lo mantengo en el mismo estado de forma aunque pase el tiempo y la edad avance.
2: son las veces que por casualidad he cruzado la mirada con algún niño del público que, con una amplia sonrisa ha querido soltar la mano adulta que lo cogía haciendo finta de empezar a correr. Me he alegrado infinitamente por ello. Me gusta pensar que he contribuido con un minúsculo granito de arena a formar una siguiente generación un poquito más sana que la actual.
Y 10: son las veces, como mínimo, que sonreiré sin motivo aparente en las próximas semanas, quizás en una reunión de trabajo, o puede que mientras plancho la ropa o simplemente mientras me afeito delante del espejo; y eso será porque me habrá venido a la mente algún chascarrillo soltado por algún otro corredor durante una cuesta que en ese momento te parece el Naranco de Bulnes, o porque te acuerdas de aquel grupito de espectadores al que paradójicamente tú contagiaste a ellos la animación a fuerza de gritos y palmas mientras corrías, o simplemente porque piensas en las post-hidratación que tendrás en unos minutos con la familia runner.
Yo lo tengo claro, esas son mis marcas. Y en la próxima carrera las quiero mejorar. Quiero sudar más, tener un corazón más sano, fomentar una vida saludable en quien me rodea y reír, sonreír, carcajearme, partirme la caja…
Así que, amigo con marquitis, te invito a competir conmigo o contigo mismo, pero en salud y en risas que en eso siempre seremos ganadores. Y te aseguro que en los @drinkingrunners, en fabricar risas, hay verdaderos campeones del mundo.
En la próxima carrera te espero.