En el triatlón, como en otros deportes y retos a los que me he enfrentado, me gusta seguir una evolución lógica, así que empecé con los sprint cross y fui ampliando distancias, en constante búsqueda de ir paso a paso y superándome. Tras dominar la distancia olímpica y terminado el maratón de Barcelona, del que tan buen recuerdo tengo, con mi equipo Drinkingrunners, me puse como segundo objetivo de la temporada 2015 completar un half triatlon, o lo que es lo mismo, 1900 mts nadando, 80/90 km en bici y 21k corriendo.
Para fijarte un objetivo lo primero es inscribirse a uno, lo intente con el de Vitoria, que tan buena fama tiene, con un par de amigos y compis del equipo, Rai y Julián, pero me quede sin dorsal. Descartado Vitoria pense que lo mejor sería uno en Madrid y tras analizar los que había me decanté por ecotrimad, el 13 de junio, que también es campeonato de la Comunidad de Madrid de media distancia. Meses después, hablando con gente que domina estas distancias me informaron de la dureza que me esperaba, con 1500 mts de desnivel positivo a superar entre bici y carrera. Pero bueno nunca he rehuido la batalla y no era hora de lamentarse en la elección sino de trabajar en el objetivo así que me puse a entrenar, sobre todo la natación y la bici que tan olvidados los tenía con la preparación del maratón.
Incorporé dos días de natación semanales y los entrenos iban saliendo, sin embargo con la bici pronto me di cuenta que era muy difícil cumplir el calendario que me había propuesto, requiere mucho tiempo y no disponía de él con el trabajo, familia, etc, así que tuve que tirar de rodillo entre semana y aprovechar el fin de semana que tenia libre para tiradas más largas de bici. A todo esto, corriendo apenas llegaba a cumplir dos días semanales de entreno y no le estaba dedicando el tiempo que necesitaba, menos mal que lo traía entrenado de Barcelona. Por otro lado, había que trabajar bastante las transiciones, doblando entrenos de natación-carrera ; natación-bici y bici-carrera. También incluí un triatlon olímpico en Manzanares el real (Triaroc), un par de semanas antes para volver a tener sensaciones en el agua y ritmo de competición.
Y llego el dia D, la prueba comenzaba a las 12 para los élite masculino y con intervalos regulares iban saliendo los élite femenino y resto de categorías de edad hasta llegar a los Open, que salíamos los últimos a las 12:20. Sin embargo preferimos llegar pronto a Buitrago para todo el ritual de entrada a boxes, control de bicis y material, puesta del neopreno y reunión técnica.
NATACIÓN
La natación se desarrollaba en el embalse de Puentes Viejas, bajo las murallas del Castillo de Buitrago, un paraje precioso. Nos dijeron que el agua estaba sobre 21º, por tanto, estaba permitido el neopreno, lo que siempre te da más seguridad.
La salida era desde el agua, me gusta este tipo de salida ya que estas unos minutos tranquilos en el agua, te aclimatas y templas nervios que en ese momento están a flor de piel. En la natación mi estrategia siempre es la misma, salir de forma tranquila, controlando bien la respiración y huir de las batallas de brazos y piernas que se producen en el pelotón. Suena el bocinazo y empezamos a nadar, enseguida me doy cuenta que voy bien, voy levantando periódicamente la cabeza para orientarme con las boyas de giro y no perder tiempo haciendo metros adicionales, sin embargo el grueso del pelotón se aleja poco a poco pero no me agobia, mis sensaciones y ritmo son buenos, estoy a gusto en el agua.
Voy girando por las diversas boyas hasta la penúltima, que ya es la de vuelta, llevo unos 1200 mts y sigo bien, nos hemos juntado unos cinco triatletas y vamos en un puño. En ese momento me vengo arriba y decido aumentar el ritmo para ponerme a tirar del grupo, lo que consigo con otro con el que entré a la vez. El único problema fue al subir a la plataforma de llegada, que me dio un tirón en el gemelo y perdí algo más de 1´ estirándolo. Mi tiempo 41´, dentro de mis previsiones.
Veo a Arantxa en la salida antes de llegar a boxes, me pregunta que tal y mi sonrisa lo dice todo, muy contento, la única duda en ese momento era si esa subida del gemelo me afectaría en la media maratón, cosa que no paso.
BICI
Tras una T1 muy larga con una doble compensación, que también me tomé muy tranquilo, salgo con la bici con el objetivo de disfrutar del recorrido y controlarme mucho para dejar piernas para la media. El recorrido tenia como virtudes que discurría por parajes preciosos de la sierra pobre de Madrid pasando por dos presas (El villar y Puentes viejas), en su contra continuos toboganes que al final suponían un desnivel positivo de 1200 mts.
El sector empezaba con una subida muy pronunciada para salir del Buitrago y después unos cuatro km de subida constante, por tanto, decidí salir tranquilo no quería cebarme en los primeros km y empezar a alimentarme con las barritas energéticas Victory Endurance que llevaba, así como beber constantemente, ya que en ese momento era en torno a las 13 horas. Los kilómetros iban sumando y me encontraba muy bien regulando fuerzas y no calentándome en exceso en las subidas, pese a ello fui casi toda la sección adelantando triatletas, no tantos como me ocurre en otros triatlones ya que en este se notaba que había mas nivel de competición.
Finalmente fueron 2h 50´, me había fijado en torno a las tres horas y se cumplían mis pronósticos.
CARRERA
Encontrarme con Arantxa en la T2 fue un subidón y salía a correr con buenas sensaciones, se estaba desarrollando todo según las previsiones que me había planteado e iniciaba la media maratón bien de piernas con la esperanza de hacer un tiempo aceptable.
Sabía que para salir del pueblo había en torno a tres kilómetros de dura subida, incluido el subir un puente sobre la antigua Ctra de la coruña, hasta llegar a la zona del Embalse de Riosequillo, donde se daban dos vueltas a un circuito. Lo que no sabia es que a partir de ese momento, el terreno era un constante sube baja, buena parte del mismo sobre tierra y bastante piedra suelta, lo que hacia imposible mantener un ritmo constante. Si a ello le sumamos que aunque nos hizo un día perfecto a nivel metereológico eran en torno a las cuatro de la tarde y se notaban, todo ello fue mellando mis fuerzas, y dio como resultado que tuviese unas pésimas sensaciones y sufriese mucho.
Pese a ello, el final fue espectacular, desde el km 17 aprox formamos un grupo de cinco triatletas con una chica liderando el grupo, madre mia como tiraba, y llegamos juntos hasta las misma muralla del castillo a falta de 150 metros de meta, donde yo baje el pistón y los deje marchar. Quería entrar solo a ver si Arantxa me hacia una buena foto de entrada en meta, como finalmente ocurrió.
El tiempo se me fue a 1h56´ pero en esos momentos me daba igual, era FINISHER de una prueba que años atrás solo soñaba.
Tengo que agradecer la consecución de este reto a mi familia, Arantxa, mi mujer, y a mis hijas, Leyre e Irene, que tienen que soportarme, y que sin su apoyo y comprensión no seria capaz de realizar. ¡¡¡¡¡Gracias familia!!!!!
Agradecimiento doblemente a Arantxa por acompañarme durante toda el transcurso de la prueba, animándome constantemente. El favor tengo que devolvérselo el próximo día 27 en el Gran Trail de Peñalara en el que participara, pero eso será otra historia….amor con amor se paga.