El sustituto (por @feresman5)

El titulo más bien parece de una novela que de un post sobre mi maratón de Madrid (soy del sector que siempre será MAPOMA), pero es que la realidad fue esa, sustituyo a mi Maratón de Sevilla.

De momento cada vez que me he planteado correr un maratón, las circunstancias no me lo han puesto nada fácil ya que en mi anterior maratón (Barcelona 2013) también hasta el ultimo momento estuvo en el aire el poder asistir. Esta vez la razón era de mucho más peso, y desde luego nunca me arrepentiré de haberla tomado, a pesar de que fue muy dura. Dos semanas antes de Sevilla, les comunique a mis compis del equipo que con todo el dolor de mi corazón, me quedaba en Madrid, los cuales comprendieron y me apoyaron en la misma, de todas formas ellos ya sabían lo que estaba girando a mi alrededor desde hacia ya unas semanas.

Dentro de todos los pensamientos que tenia en esos momentos empezaba a florecer la idea de que por qué no aprovechar el entrenamiento que llevaba y correr otro Maratón. De los dos posibles por fechas, estaba repetir en Barcelona o hacer el MAPOMA (despues del “éxito” del año anterior, yo había desterrado esa idea, aunque fuera mi ciuidad). Para la Ciudad Condal tenia muchos peros, el principal y más importante era que no queria salir de Madrid bajo ningún concepto, con lo que la decisión estaba clara, sería mi ciudad.

Deje unos días de descanso al cuerpo y volví a retomar el plan que tenía para Sevilla, en su semana correspondiente, pero cambiando por completo el objetivo, que en este caso seria cumplir una promesa, disfrutar de mi ciudad y llegar cuando fuera necesario.

Ciertamente fueron semanas muy duras tanto fisica como mentalmente.  En lo fisico había aflojado un poco el entrenamiento pero aun asi, fueron 29 semanitas de entrenamiento (con alguna carrera que otra) con un kilometraje acumulado de 1.045, que ya son.

Desde luego según se aproximaba el día del maratón, la ilusión era la misma de cuando la realicé, ninguna. El día de la recogida de dorsal, visita rápida a la feria corredor y para casa para evitar follones.

El día previo comida con algunos compis del equipo y amigos, donde mentalmente ya visualizaba a lo que me iba a enfrentar la mañana siguiente, era un trabajo que tenia que realizar y cumplir.

Tras  llegar a casa por la tarde y empezar a preparar las “cositas” para el día siguiente la situación mejoró bastante sobre todo porque lo pude comprobar al acostarme con las correspondientes vueltas a la cama antes de dormirme y los desvelos de madrugada y en cuanto sono el despertador saltar como un muelle de la cama.

Bajé en coche tan ricamente y fui a dejar las cosas en mi oficina para asi no hacerme cerca de 3 kilometros de ida y vuelta al ropero. Ya empecé a ir sintiendo la fiesta del Maraton, bajando por la calle Alcala a Cibeles con el trafico cortado y con muchos corredores en su ir y venir. Al llegar al edificio de Correos me confirmo que había por ahí una carrera….. un aroma a “Reflex”, que es el aroma de cualquier prueba.

Tras el ritual de fotos, besos, abrazos y más fotos, besos, abrazos, tocaba ir a coger sitio para la salida. Entré en el cajón con 5 personas más y en un pequeño giro de cuello, desaparecieron las 5, desde luego que es de investigación paranormal.

09:00 Comienza la fiesta!!. Salida de la carrera con otros 15.000 humanos más. Ritmo tranquilo  en la subida a Plaza Castilla con Javi Alamo y disfrutando de la bonita mañana de la fiesta de running. Bastante gente por el recorrido animando con momentos estelares con el encuentro de Javi Pintos en Sol, a nuestro querido Doc en mi antiguo barrio, que esa fue una inyección estupenda y maravillosa porque al coger la calle Ferraz vinieron a la mente recuerdos que eran inevitable que aparecieran.

Me impresionó mucho el ambientazo en la puerta del Sol, Mayor y demás calles del centro el pasillo que formaba la gente, ahora lo pienso y se me eriza el vello recordar esos momentos, que por otro lado son tan recientes.

A partir de ese momento estaba pendiente de ver amigos por el recorrido, que mejor no cito nombres porque no me perdonaría que se me olvidará alguno y desde luego que no se lo merecen porque estuvieron ahí inyectando esa dosis de energía durante apenas unos segundos.

La cosa ya cambio al entrar en la temida Casa de Campo, que para mi ciertamente cambio en aspectos de menos importancia, menos gente, pero aún así había bastante y también hay que decirlo teníamos zonas de sombra que se agradecían por que el amigo “Lorenzo” estaba con nosotros por suerte no en su máximo esplendor pero se agradecía un poco de sombra.

Tras la salida da Casa de Campo nos encontramos con el temido y nombrado kilómetro 30 donde realmente empieza el maratón. Ahí es donde empiezas a ver a otros compañeros que empiezan a pagar el tributo al amigo Filipides, llamandose el Tio del Mazo, el Muro o cualquier otro adjetivo. Personalmente no me encontre con ninguno de ellos, pero también tuve una visita inesperada. Fue hacer una parada técnica (echar un pis) y al intentar retomar la carrera, entre la calle estrecha y los corredores intente apretar un poco para continuar con Javi pero mis cuádriceps me dieron el aviso que ellos también viajaban conmigo. Y tanto que lo hicieron, tuve molestias desde el kilometro 32/33 hasta el km 40 donde tras andar en varias ocasiones y bajar el ritmo parece que me abandonaron y me dejaron acabar mejor de lo que anunciaban.

Estas molestias coincidieron con lo que a mi parecer fue la parte más dura del recorrido, ya que desde la calle Segovia hasta la Plaza del Marqués de Salamanca entre subidas y falsos llanos poco espacio había para la recuperación.

Momentos también indescriptibles fue el paso por la calle embajadores, atocha y demás donde la gente prácticamente te animaba en el oído, todo sea dicho, eso no lo viví yo en mi primer maratón.

Llegando a Cibeles parece que se acentuaron un poco más las molestias, mi mente tenia claro que había que continuar y mis piernas que pedían un poco de margen. Parece que llegaron al acuerdo y en uno de estos debates apareció el gran David Roncero, que me dio pequeñas energías para que el debate mente/cuerpo fuera más positivo.

El subidón fue cuando vi la puerta de entrada al Retiro, mi querido parque, compañero de tantas horas de entrenamiento y muchos pensamientos librados por esos caminos, sabia que mi promesa estaba ahí a punto de cumplirse. Entrar en el parque fue una sensación de paz interior indescriptible, de lo que disfruté entrando en una nube hasta mi paso por meta. Había visualizado los días previos esa entrada inmerso en un mar de lágrimas, pero no fue así.

Hermanita, en este maratón cada kilómetro ha sido por ti, tuyos son esos 42 kilómetros y yo me quedo los 195 metros finales.

Madrid, me parece que este maratón ha tomado un lugar muy especial en mi, a pesar de ser como es, será especial.

Para ti………

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