48 horas después de completar la V Edición del Ultramaratón Madrid – Segovia, 101,8 km aprox. que transcurren por el Camino de Santiago, con la perspectiva que da el paso de las horas, y la reflexión que permiten los pensamientos y emociones asentados en el cerebro, os voy a contar la carrera desde mi experiencia y algunos de los que considero como FACTORES CLAVE S DE ÉXITO (FCE).
Sábado 20 de septiembre. El día amanece con unas condiciones climáticas fantásticas para correr; nublado y con una temperatura fresca y agradable.
Esta carrera tiene una peculiaridad, y es que puedes llevar hasta 3 mochilas que los camiones de la organización transportarán hasta los puntos de paso de Colmenar, Cercedilla y Segovia. Tengamos en cuenta que salvo a los muy pro, a la mayoría de los mortales nos costará entre 12 y 20 horas finalizar la carrera. Dejamos nuestras mochilas con el material necesario: algo de ropa para poder cambiarte, ropa de abrigo para cuando caiga la noche y refresque, la luz frontal imprescindible para correr de noche, alimentos e incluso zapatillas por si hubiera algún problema poder cambiarlas.
Varios componentes de los DrinkingRunners estamos en la línea de salida en distintos grupetos.
A las 8:30 de la mañana se da la salida. Voy a hacer la carrera con 2 compis con quienes además comparto muchos entrenos: @alma_cupcakes y @lucasheras.
Mis sensaciones son francamente buenas, estoy muy motivado y convencido de afrontar el reto.
FCE 1. Confianza. Sin duda para afrontar con garantías un reto de este calibre, que nunca son plenas porque en 100 kms te puede pasar de todo, es condición sine qua non llegar bien de forma física, y haber completado exigentes entrenamientos. Casi tan importante es hacerlo con la moral por las nubes, con gran fe en las posibilidades de uno mismo. En mi caso el haber bajado de peso (casi 6 kg en 1 mes) y llegar fino a la carrera me dieron mucha confianza. Un ultramaratón es en gran medida una prueba de resistencia mental y tener confianza es igual a apuntalar la fortaleza. Fortaleza indispensable para afrontar malos momentos que sin duda habrá.
El primer tramo hasta llegar a Tres Cantos se pasa volando entre la frescura de piernas y el subidón que da comenzar a correr. Recargamos agua en el avituallamiento y continuamos rumbo a Colmenar con bastante buen ritmo. Llegamos al polideportivo de Colmenar, donde tenemos la primera mochila que nos permite cambiarnos. Camiseta y calcetines de recambio, vaselina en los pies y zonas sensible para evitar fricciones y como nuevos para seguir “devorando” kms. Y una muy, muy buena noticia: vamos con 1/2 hora de adelanto sobre las previsiones.
FCE 2. Tener un plan. Es de gran ayuda haber hecho unas estimaciones con los tiempos de paso parciales en cada punto de control. No se trata de que sea un mandato de obligado cumplimiento, se trata de tener unas referencias sensatas que te indiquen si las cosas van como esperabas. Un consejo: no te engañes a ti mismo, pero es preferible pecar un poco de conservador en tus previsiones; que luego da moral ver que estas mejorando objetivos.
Salimos de Colmenar. A mí me gusta mucho este tramo (Manzanares, Matalpino) con el espectacular paisaje de Sierra de Guadarrama y La Pedriza como telón de fondo. En especial me gusta la bajada atravesando el Embalse de Santillana y la entrada a Manzanares.
Nuevo repostaje de agua, un poco de fruta para el buche y continuamos nuestra travesía: next stop Matalpino. Me siento con fuerzas, nuestro grupo lleva buen ritmo y mantenemos buen humor. Es otro aspecto importante, haz bromas, charla con tus compañeros y con otros corredores, en definitiva hazte más llevaderas las largas horas que vas a pasar en movimiento, porque contribuye a que desvíes la atención de lo cansado que estás, o del dolorcillo que ha aparecido en ese músculo del cual no tenías ni constancia de su existencia.
La subida a La Barranca se nos hace un poco dura porque en este momento el sol castiga y la pista es un secarral que se hace largo. Afortunadamente es el único rato donde el sol se hace notar. Y así, manteniendo el ritmo y el adelanto vs. previsión llegamos a Cercedilla.
Cercedilla Km 67. Durante un breve reposo me doy cuenta de que en esta carrera estamos siendo muy afortunados por el enorme apoyo con que contamos. Y es que han venido a darnos ánimos los padres de Alma, Monique, Francia, mis hermanos, sobrino y varios amigos a lo largo del recorrido. En este caso me hace especial ilusión saludar a Yoli y al gran Luis Blanco, que hace A Tu Ritmo, un programa de radio para corredores populares.
FCE 3. Contar con apoyo. Tener la suerte de recibir palabras de apoyo, gritos de aliento, aplausos y vítores, es siempre de agradecer. Cuando viene de parte de tus seres queridos y amigos es una sensación que te da fuerza extra. Simplemente saber que en el próximo avituallamiento vas a encontrarte con ellos proporciona una energía impagable. ¡Gracias de corazón a todos!
Salimos de Cercedilla con la moral por las nubes por el apoyo recibido, continuamos fuertes y “machacando” el crono. Subida a La Fuenfría que hacemos con un caminar muy ligero. A posteriori descubriremos que nuestra estrategia de marchar en la subida y conservar fuerzas para el tramo final ha sido la correcta, ya que de esta forma fuimos capaces de llegar con “buenas piernas” al tramo final de la carrera y pasamos a un buen número de corredores.
Durante la mayor parte de la carrera he tomado barritas energéticas de Victory Endurance que me han ido francamente bien, y en la subida tomo un gel de cafeína con ánimo de recibir un último impulso para la parte final de la carrera. No me acaba de sentar bien del todo y tengo ganas de vomitar, finalmente con la euforia de la llegada al alto de La Fuenfría el malestar se desvanece.
FCE 4. Haz pruebas con la alimentación en los entrenos. Habrás oído/leído una y mil veces que pruebes en los entrenos cualquier cosa que vayas a ingerir en carrera (comer o beber), a que sí? Pues yo voy un poco más allá: aprende a gestionar sensaciones desagradables. Me explico: en carrera ya sea por el calor, por la emoción, por nervios, etc. es muy posible que algo de lo que comas no te caiga bien al estómago; mi recomendación (sí, es un poco masoca) es que en algún entreno tomes algo que sepas que no te va del todo bien y aprendas a gestionar esa desagradable sensación que es muy posible que pueda darse en carrera. Descubre que un malestar es posible de gestionarlo sin trauma, y que al final va a ser efímero.
Bajamos dirección Segovia con un correr bastante decente habida cuenta de los kms que llevan nuestras piernas.
En los últimos 15 kms hacemos uso del frontal. Siempre hay algo de mágico en esto de correr por el campo con una luz en tu cabeza.
Segovia ya se divisa. Una vez entramos en la ciudad todo el cansancio y dolores de esfuman. Corremos como si hubiéramos comenzado a hacerlo hace un minuto. La bajada hacia el acueducto es gloriosa por los gritos de la gente, y la sensación que se experimenta cuando ves el acueducto y entras en meta entre las aclamaciones de la gente debe ser algo parecido a lo que siente contador cuando llega a París vestidito de amarillo.
Madrid – Segovia en 13:39’. ¡¡Muy satisfecho!! ¡¡Y encima sumamos #kmsxalimentos!!
Una idea sobre “Madrid – Segovia desde dentro. Factores clave de éxito (por @javierulle)”
Vi el video de Alma y compre una ilusión, hoy me reafirmo…muchas gracias por compartirlo,muy inspirador!