Bueno, para ser precisos ¿ASFALTO (carreras urbanas) o MONTAÑA (trail running)?
Día o noche, eres de derechas o izquierdas, carne o pescado, dulce o salado, The Beatles o Rolling Stones… ¿Pero por qué narices tiene uno que escoger? ¿Acaso no me pueden gustar por igual ambas opciones, o al menos ser capaz de sacar partido o ver el lado bueno de las dos propuestas?
De hecho, tengo en esto del correr buenos amigos que tienen muy definida su preferencia y sienten una especie de rechazo al asfalto. Porque normalmente los acólitos del trail running (recordemos que una carrera de trail es aquella que discurre al menos un 80% fuera de asfalto de acuerda con la ITRA) o carreras de montaña suelen ser poco amigos de las carreras urbanas.
Siendo coherente con la forma de pensar expresada al principio de este artículo os diré que yo me encuentro cómodo en ambos medios. A lo mejor soy anfibio.
Bien, una vez que ha quedado claro lo que piensa quien escribe, voy a ver si soy capaz de transmitiros las bondades y las penurias de correr en uno u otro, digamos entorno o superficie.
Empecemos por el ASFALTO. Superficie sobre la cual nos iniciamos la mayoría en esto del running. ¿A que os suena eso de empezar corriendo para perder un par de kilos y que un amig@ os rete a correr la San Silvestre? Una vez completada la primera carrera con cierta suficiencia, nos venimos arriba como en el anuncio de Aquarius y terminamos; ¿Dios sabe dónde terminaremos? En mi caso delirando, y es que este año si todo va bien intentaré terminar el ultra trail Camiño dos Faros en la incomparable Costa da Morte (203 km).
Correr por asfalto te proporciona una sensación de poderío, no me digas que no mola experimentar ese sentirse el amo de las calles, calles cortadas para tu uso y disfrute, para que tú practiques deporte, calles que normalmente son patrimonio del tráfico rodado. Eso, y disfrutar de los monumentos o de la belleza de las ciudades, especialmente cuando “pateas” haciendo turismo.
Al correr por la ciudad normalmente (vale que también hay carreras de montaña con una animación increíble) recibes más apoyo y sientes el calor y los ánimos que te proporcionan los espectadores. Si entre los espectadores se encuentran tus familiares y/o amigos, la sensación de euforia y subidón se multiplican. Claro que podrían irte a ver si corres por mitad del monte, pero convendrás conmigo que es menos accesible.
Por último en carreras urbanas es más sencillo cuantificar el tiempo que vas a tardar en recorrer las distancias, y hacerte una idea precisa de como es el perfil, ya que en este medio el terreno es siempre el mismo, y aunque a veces hay más o menos desnivel aquí no tenemos “zonas técnicas”. Además en caso de contratiempo indeseable, la atención y retirada (si no nos queda otra) son mucho más sencillas.
En cuanto a lo menos agradable podemos mencionar que es más lesivo por lo duro de la superficie y que es más “agónico” ya que siempre intentaremos competir contra el crono.
Vámonos a la MONTAÑA o de TRAIL RUNNING!
¿Y qué tiene de bueno y atractivo?
Lo esencial es el paisaje, el entorno, la comunión con la naturaleza. Aunque yo a veces me pregunto si no es un pelín absurdo atravesar semejantes parajes, en mucho casos inclusos parques nacionales de belleza espectacular, y en lugar de disfrutar, contemplar y respirar hondo, después de darse una paliza de consideración subiendo la montaña, cuando has llegado a la cima y tienes unas vistas imponentes, lo que haces es salir “escopetao” y casi sin recuperar el aliento colina abajo.
Correr por montaña también proporciona tranquilidad, paz de espíritu, espacio para la reflexión, disfrutar de la naturaleza, además de la extraordinaria sensación de respirar oxígeno sin interferencias. Mención especial a la ausencia de ruidos molestos que son reemplazados por melodías tan relajantes como el correr del agua de los ríos o arroyos o el canto de los que vuelan y pían.
No me preguntes el porqué, pero en las carreras de trail no se tiene esa extraña sensación de angustia, esa que se tiene cuando luchas de forma feroz contra el crono en asfalto (aunque si has corrido antes la misma carrera querrás mejorar tu marca), salvo, supongo a los muy pros o quienes copan el pódium, te da lo mismo llegar 5 minutos antes o después. Aquí se disfruta del avituallamiento, porque en las carreras de montaña uno se detiene y come fruta, frutos secos, barritas energéticas, incluso jamón como en el Trail del Serrucho; en fin lo opuesto al asfalto donde las pasas canutas para beber en un vaso de plástico y el objetivo es perder el menor tiempo posible.
Si bien el trail running tiene pocos contras, podemos citar que aunque en líneas generales es menos agresivo para las articulaciones, en determinados terrenos técnicos no es difícil dar un traspié y torcerse un tobillo. En montaña debemos medir bien nuestras fuerzas ya que en caso de abandono, no tenemos transporte público a la vuelta de la esquina.
En fin, que como os decía al principio yo disfruto por igual. Vosotros que preferís ¿asfalto o trail running?
2 ideas sobre “¿Mar o Montaña? (por @javierulle)”
Por ilusiones que todos sabemos de quién hablabas, jajaja. Es broma.
Lo primero aclarar que no es lo mismo trail que montaña, lo usas indistintamente y hay una gran diferencia. Creo que todos tenemos claro qué es correr en montaña y sí, es más técnico, es más peligroso, es más inaccesible (subir a la Maliciosa no está a la altura de cualquiera). Pero hay carreras que son trail sin ser montaña (la Madrid Segovia, por ejemplo).
Soy un amante del trail en general y de la montaña en concreto (hay que destacar que no es obligatorio subir a la montaña para hacer trail, hay grandes carreras con poco riesgo y mucho placer). Tu argumento se queda cojo en un sentido y es que hablas sólo de correr carreras. Los que entrenamos trail, disfrutamos de la naturaleza, de subir a la cima, de sentarnos a contemplar el paisaje, de pararnos a disfrutar la sintonía con la naturaleza y no sólo nos paramos, sino que la experimentas mientras corres. Los mejores momentos de mi vida como corredor han sido corriendo trail y no me hizo falta pararme para sentirme en conexión total con la naturaleza. Las carreras no lo es todo 😉
¿Asfalto? Sí, claro. Pero personalmente mi cuerpo sufre mucho con el duro suelo.
Por otro lado utilizas un argumento que considero erróneo: no es que en montaña el esfuerzo sea menor es que nos lo tomamos con más calma. Si yo hiciera un 10k a 7min/km (y lo he hecho) sería un maravilloso paseo por la ciudad. Pero en trail también se puede ir al máximo y competir con uno mismo. He hecho carreras de trail a fuego y creeme, el crono pasaba. No hay carrera fácil o difícil, simplemente cada uno nos proponemos cómo queremos hacer la carrera.
Dicho lo cual, sólo me queda decir que cada uno corra lo que quiera, que nadie se sienta obligado a correr trail, asfalto o hacerlo en cinta, el placer de cada uno se esconde en lugares insospechados. Ahora bien, permítanme dejar claro y avisarles que la montaña es algo serio a lo que hay que tenerle respeto porque puede ser un medio idílico pero también se puede convertir en un auténtico infierno.
Salud y kilómetros.
Yo he probado a subir algún montecillo, a ir por tierra, y no. Me considero 100% asfaltero.
Prefiero pillar ritmo y tirar millas sin tener que mirar al suelo en cada pisada.
Me gustaría probar un día a hacer algo de montaña más en serio, como subir La Maliciosa, para descartar definitivamente la montaña o empezar a conocerla.