El 28 de noviembre 2012 corrí mi primer maratón.
Con las sensaciones todavía a flor de piel me llama el gran @pablocarmenado y me habla de mapoma 2013.
Pensé que estaba loco.
Esta es la historia personal de esa locura.
Despues de muchas tiradas largas y cortas, diluvios encima, cuestas, madrugones en domingo, garabitas… y sobre todo después de un gran proyecto de un grupo humano excepcional que lleva recaudados 4,5Toneladas de alimentos, me veo el 28 de abril en Colon.
Me las prometía muy felices pero no… Frio, viento y amenaza de lluvia.
Nos abrazamos la familia de @drinkingrunners y salimos dispuestos a correr por nuestros sueños.
Correr por tu ciudad es una sensación única. En una maratón te da tiempo a pensar y los recuerdos van aflorando según avanzas por las calles en las que has vivido.
La primera parte fue autentica diversión. El tio del megafono, el doctor del megáfono, animaban el cotarro por la zona noble de castellana. Yo no podía apartar la vista del pulsometro. No quería desfondarme como pasó en Donosti, quería guardarme para el famoso final de Mapoma. @albbarrantes (que aparte del personaje es una de las personas más sabias de running que conozco) me dejo su frase. Te encuentras bien? Olvidate del pulsometro y corre. No le hice caso (jodido planificador que soy) y me arrepentí.
Así las cosas, llegamos a Fuencarral y aquí es donde empecé a realizar lo grande que es este maratón. Al girar a la derecha, el tiempo se detuvo. Un escenario de película se abría ante nuestros ojos. La Gran Vía, peatonal, acogiendo a los locos de los 42.195m como solo ella sabe hacerlo. La bajada por Preciados y la entrada en Sol con toda la gente animando, gritando, haciendo un pasillo, fue sencillamente memorable.
Llegue al Palacio Real algo más descolgado (jodida planificación) acompañado de @javier_alamo. Le dolia un gemelo, pero su corazón le empujaba hacia delante y en el Pº Florida tiró. Nos encaminábamos hacia la entrada a la Casa de Campo ya en el km 24 cuando tuve el primer chute de adrenalina de la family animando. Pelos como escarpias…
La Casa Campo. Que si es muy dura anímicamente, que si no hay nadie animando… Sería por eso, porque iba solo y me puse la música, porque ya nos aproximábamos al km30, pero mi cabeza se fue de viaje. No recuerdo ni el recorrido. Mis piernas siguieron como un robot percutiendo el asfalto pero yo estaba muy lejos, acordándome de las quedadas de estos días, de los chats, de los sueños (eh @monicatejeda), de la maravillosa gente que hay en este mundillo del running…
La bajada al mundo real la hizo de sopetón la cuesta de salida de la Casa Campo. Pero la transición fue muy llevadera con el gran @donalvaroGT subiéndola conmigo y los animos de @lolorun525.
Un inciso. Poneos en situación. Llevas ya 32 kms, el hombre del mazo está repartiendo boletos, las piernas duras, las articulaciones doloridas y sabes… sabes… que te queda lo peor; que Mapoma no está satisfecho; que se va a cobrar hasta la última gota de tu sudor en una subida tendida de 7 kms por derecho propio, porque así lo elegiste.
Pero como es un tirano con corazón, antes te regala un momento inolvidable con un pasillo de gente animando a pleno pulmón, sin importarles el frio ni el viento, y en mi caso a mi mujer y mi hija contagiadas de esa locura colectiva que te da fuerzas, te llena de energía y te hace comprender porque te metes en algo así.
Y llegamos al Km35. Estaba avisado. Pero la realidad siempre supera a la ficción. Durante minutos que se me hacen eternos sufro, grito, siento el dolor en las piernas, en las rodillas, mientras escalo esos kms por las rondas, por mi barrio. Me acuerdo de mi infancia, de los 20 años que viví allí… y en ese momento supe que el maratón estaba hecho. Baje la cabeza, apreté los puños y no la levanté hasta que el gran @raimundo_Z me despertó en Alfonso XII.
La entrada en el retiro, el corazón en un puño, el abrazo con @javier_alamo en meta, con todos los @drinkingrunners y @mcg66madrid al acabar…. Ese amigos, es el material con el que se construyen los sueños…
Gracias!!
