Últimamente estoy explorando el trabajo con equipos con un fuerte foco en las personas y sus relaciones. Desde hace unos años mi filosofía de vida incluye la siguiente creencia “si quieres llegar rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”. Puede no ser cierta para todo el mundo, por eso mismo se dice que es una creencia.
Cuando dos personas se unen, trascendiendo de su yo individual, para crear algo más grande que ellos mismos, es cuando se hace cierta la frase “uno más uno es más que dos”. Cuando un grupo de personas tiene un objetivo común, una meta que desean alcanzar todos juntos, y cuando cada miembro está alineado con ella, el grupo se convierte en equipo y funciona como una maquinaria bien engrasada y puesta a punto. ¡Ojo! Porque una de las claves de este funcionamiento perfecto es que la meta común esté alineada con la meta personal a un nivel profundo, que los valores a honrar tras la meta sean los mismos, ya que de lo contrario el individuo siente que está remando en una dirección que a él no le llevará a ninguna parte y esto provocará malestar.
Últimamente estoy explorando mucho cómo se comporta mi ego con todo aquello que acometo, y aquí es de donde surge toda esta reflexión. No pude ir a la quedada del domingo (ojalá un día inventen la ubicuidad personal) y durante todo el fin de semana, he tenido un cierto runrún que me provocaba cierto malestar. Normalmente voy a las quedadas cámara en mano para inmortalizar algo que considero bello. El runrún venía porque mi ego se había apoderado de mi humilde aportación al proyecto #kmsXAlimentos. El ego es esa parte de nosotros que intenta apoderarse de todo lo que hacemos, sentimos y pensamos. Es esa voz dentro de nosotros que nos grita “no lo hagas, no obtendrás nada a cambio” o “no pidas disculpas, vales más que la otra persona” o “este éxito es tuyo y sólo tuyo, no le debes nada a nadie” o “si no vas tú, ¿quién hará las fotos?”. Cuando eso ocurre, nos empequeñecemos como persona y en esos casos uno más uno es, incluso, menos que dos. Porque nuestro ego se centra en el yo individual y olvida que el conjunto de individuos es más poderoso que el individuo.
Drinking Runners es todo lo contrario, es la máxima expresión de que uno más uno puede ser 36.000 #kmsXAlimentos (seguro que en el momento de leer esta reflexión, la cifra ya está obsoleta). Viendo el movimiento que se provoca siempre después de cada quedada en redes sociales, he podido ser consciente de la importancia de la aportación de cada individuo en el alcance de la meta del equipo. Pero sobre todo, he sido consciente de la grandísima generosidad que se respira en las quedadas. Cada uno aporta lo que tiene, desde la humildad, sin esperar nada a cambio más allá de ser una pieza más del maravilloso engranaje que es el proyecto #kmsXAlimentos.
Así que ya sabes, si tus valores incluyen solidaridad, deporte y diversión, Drinking Runners es tu lugar. Y recuerda, tu sola presencia no sólo suma sino que multiplica.
Coach Co-Activo Profesional Certificado
Experto en Inteligencia Emocional
Una idea sobre “Porque uno más uno es más que dos entonces DrinkingRunners (por @ultraroncero)”
Me gustaría formar parte de este equipo y el proyecto tengo 34 años y quiero iniciarme a un grupo entre nos y conocer gente y compartir este deporte sano. Tengo dos niñas y vivo en mostoles me podéis decir como entrenas, donde y como puedo incorporarme
un saludo