Madrid, mi primer maratón (por @RafaRartek)

El pasado 26 de Abril, debuté en el Maratón, en la mítica distancia de 42.195 metros.

Hoy, con 33 años, padre de familia, intento recordar ¿por qué motivo corro? ¿Desde cuándo? ¿Quién me animó? ¿Qué me llevo a seguir corriendo en la infancia? Tengo que volver a casa de mis padres para ver si siguen allí las medallas y copas, para refrescar la memoria!

Una de mis primeras carreras fue con 7 u 8 años, en los cross escolares, competía contra el resto de niños de mi categoría de los diferentes colegios del pueblo. ¡¡¡Daban medalla a los 10 primeros!!! Pero no hubo suerte, yo quede el 13. A la semana siguiente, en el colegio, pasó por clase ‘Manolo’ el responsable de la sección de atletismo del colegio, un apasionado del running, profesor de formación profesional de mecánica. Ese día no se me olvidara en la vida, ¡¡¡vino a darme la enhorabuena por la carrera y a traerme una medalla!!! Me hizo salir a recogerla a la pizarra y recibí un aplauso de la clase. No recuerdo como fue el camino de vuelta a casa, ni el resto de la semana, solo sé que desde entonces no faltaba a ningún cross de la localidad y que Manolo nunca más me trajo una medalla, ya me encargaba yo de conseguirlas el día del cross. Hoy, entiendo cuando veo a los niños correr sus carreras, como culebrean en la salida para tener una buena salida, para salir los primeros, para subir al pódium, es una sensación maravillosa, ¡llena de entusiasmo y felicidad! Lo que esos niños aun no saben es que el 99,99% de los que sigan corriendo, serán corredores populares y descubrirán con el paso del tiempo todo lo que aporta este lindo deporte, salud, paz interior, felicidad, autoestima, el enriquecimiento es inmenso.

 La persona que más me ha influido a nivel deportivo ha sido mi abuelo, como yo siempre le llamo, “Mi Induráin”, siempre haciendo deporte, con la bici, andando, corriendo, sin quererlo te llenaba de alegría y pasión por el deporte, ojala mis nietos puedan correr algún día una carrera popular como yo hice junto a mi abuelo.

 Nunca he dejado de correr, solo, con amigos, compañeros, familiares, siempre como un hobby y sin ninguna presión, simplemente porque me hace feliz. La vida laboral y familiar cada vez me permitía menos salir a hacer deporte y en septiembre de 2014 decidí tomarme más en serio lo importante, bueno y beneficioso que es salir dos o tres horas a la semana a correr. Casi sin darme cuenta estaba en Diciembre convencido de que había llegado el momento de cumplir un sueño, “correr un Maratón”, algo que había repetido tantas veces en mi interior, se asomaba a la ventana. El ultimo empujón me lo dieron mis compañeros de trabajo, @Javier_DelgadoC y la crónica de la Maratón de Málaga 2014 de @MCG66Madrid (su blog aquí) a todos ellos, siempre les estaré agradecido.

Han sido cuatro meses de entrenamientos, cuatro días a la semana, en los que me he encontrado a mí mismo, he crecido muchísimo como persona y si me lo permite mi mujer, “me he vuelto a enamorar del running”. Duro, pero muy gratificante, “el camino a la Maratón” ha sido un viaje inolvidable.

El día D, llegue a Madrid sin nervios, seguro de mismo, del trabajo realizado, con ganas de disfrutarla, con todo estudiado. Cibeles estaba preciosa, pero las noticias presagiaban una mañana dura para los corredores. Salimos con mucha humedad, sin apenas lluvia, disfrutando de Madrid y sus rincones, casi sin darme cuenta había dejado atrás el Bernabeu, plaza de Castilla, Serrano, la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, el Palacio Real, todo iba como tenía que ir “la primera media no tienes que enterarte” y así fue, pero fue llegar a la calle Ferraz (km 21) y empezar a sentir molestias en el aductor izquierdo, empecé a aflojar la marcha, a dejar de sonreír, la lluvia cada vez estaba más presente y los dolores aumentaban, en la Casa de Campo me convencí de que no era mi día, ya no estaba disfrutando, era un sufrimiento seguir, pero el ánimo de la gente, mis compañeros y los meses de preparación me daban fuerzas para no parar. A duras penas salí de la Casa de Campo y allí estaba @contadordekm “Habéis corrido 12 kms un montón de veces estos meses. Ahora es el momento, hacerlo de nuevo hoy” reconozco que me saco una sonrisa y me dio más fuerzas para seguir. Del 33 al 40 había que subir, lo tenía grabado a fuego y zancada a zancada fui marcándome objetivos cortos para seguir luchando. Perdí un poco la noción del tiempo y el lugar, no sabía porque km iba, ni porque calles, hasta que llegué a Atocha (a 5km de meta). El aductor y las rodillas me dolían más andando que corriendo, así que tocaba echar el resto, la lluvia ya no nos dio tregua y el frío corporal empezaba a notarse demasiado, cada vez sentía menos las manos  y los pies, pero entre Cibeles y Colón allí estaban ellos, los @Drinkingrunners, con el Tío del Megáfono (@AlbBaarrantes) animando a todo el mundo. Creo que fueron 200m los que volé por Madrid gracias a todos ellos. La meta estaba cerca, si en 20km el tío del mazo (que me robó mis piernas) no había podido conmigo, ya no lo iba a conseguir. Encaré Príncipe de Vergara y el Parque del Retiro con lágrimas en los ojos de felicidad y sufrimiento, solo los que han corrido un Maratón saben lo que sentí ese último km, yo no sé explicarlo con palabras.

No ha pasado una semana y ya sé que el año que viene volveré a medirme con Filípides.

Me gustaría dar las gracias a mi mujer por todo su apoyo, a Sergio por acompañarme en las TL, a mis compañeros del Maratón Victor, Javi y el “Flautas” y en especial a los @Drinkingrunners por todo su apoyo y abrirme las puertas al mundo del running solidario, #KmsXalimentos, gracias por hacerme sentir como en casa.

@RafaRartek

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